el 23 de mayo del presente apareció publicada la siguiente nota en un diario de distribución nacional:
“grúas con cámaras de grabación integradas ya operan en la colonia roma y en el sector pantitlán, con el objetivo de registrar el trabajo de estos policías y de demostrar las faltas cometidas por la ciudadanía.”
yo por mi parte, acabo de concursar ingreso a un programa de doctorado en teoría del arte. supongo que es una forma parecida de monitoreo y registro el impulso por seguir en el medio académico.
“el secretario de seguridad pública, joel ortega cuevas informó que el objetivo de estos aditamentos no sólo es evitar la corrupción de grulleros, sino tener pruebas contundentes de que sí se cometió la falta para ingresar a un automóvil al corralón.”
desafortunadamente no puedo más que pensar que yo también, como los cuerpos policiacos mexicanos, quiero tener pruebas contundentes.
ahora, lo que no explican bien a bien en este programa de las ‘grúas en la era de la reproducción mecánica’, es si la grúa debe filmarlo a uno al momento de estacionarse en lugar prohibido, bajándose lo más rápido posible del coche como con ello queriendo reducir el tiempo de peligro-aire que lo lleve a uno al corralón; o si, por el contrario, la grúa hará un registro contextual del vehículo ya aparcado en el entorno prohibido, sumando en video la cantidad y calidad de material necesario para sustentar la imputación (antes avalada verbalmente por los oficiales en turno). la palabra ya no es nada.
en fin que hasta ahorita no se sabe si es ‘durante’ el acto o ‘ya cometida’ la fechoría vial, eso que se considerará ‘prueba contundente’ en los tribunales efectivos a la revisión de los casos estudiados. pues me imagino que tanto afán por reunir pruebas, abrir expedientes, revisar la jugada, etc.. etc.. debe anunciar veladamente que, acto seguido a esta primer medida de mayor control en las calles, se tenga previsto en las delegaciones la instauración inmediata de tribunales legales especializadísimos en casos exclusivos y particularísimos en los que, no quepa otra sansión más que el remolque. (o bien, las pruebas puedan dictar lo contrario; en cuyo caso peligre entonces el empleo del patrullero-grullero.)
yo por mi parte me recibí con honores de la mestría en estudios de arte hace 3 meses. y, no he preguntado mucho entre mis colegas, pero dudo que se tenga noticia de un interés tan continuado en lo sucesivo, por ingresar al siguiente grado académico con tanta inmediatez. entonces, y tras la lectura de esta escalofriante nueva medida de ‘seguridad’ en el df, me pregunto en qué estado del tiempo estaré yo, es decir: no se si estoy buscando a ‘mi sujeto’ en el momento en que va a estacionarse o si, lo tengo ya ‘estacionado’ y me dispongo a reunir el material contextual necesario para sustentar mi ‘solvencia’ académica. o si estoy en uno de los dos lados y entiendo que un doctorado es el camino necesario para llegar al otro.
en cualquiera de los casos quiero creer que mi actitud toda direccionada a continuar mi formación académica por los siguientes 4 o 5 años al menos, sabrá diferenciar una medida realmente necesaria de una inversión irrevocablemente estúpida.
pero si volvemos a la cuestión inicial en cuanto al caracter ‘demostrativo’ del implemento, es decir, qué hay que demostrarle a quién con todo esto, lo mismo que las cámaras en las grúas… aun se mantiene, un tanto ambiguo.
marcela quiroz luna / tj / 1974
24 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario